Entre el 2005 y 2023, el uso del gas natural de Camisea ayudó a mitigar la huella de carbono del Perú, reduciendo en 15% las emisiones de CO2, lo que equivale al carbono contenido en 36 millones de árboles, según la prestigiosa consultora Libélula, especializada en la asesoría ambiental y en contribuir con la sostenibilidad.
En su informe “Aporte del gas natural a la mejora de la calidad de aire, la salud pública y la mitigación del cambio climático”, Libélula afirma que la adopción del gas natural es fundamental para que el país cumpla con sus compromisos ambientales internacionales en materia de cambio climático.
“Sin esta fuente de energía limpia, las emisiones habrían sido 21% mayores, dificultando el cumplimiento de las metas establecidas ante las Naciones Unidas”, sostiene el estudio.
De igual manera, se informa que la mejora en la calidad del aire ha beneficiado la salud de los peruanos, disminuyendo el número de enfermedades respiratorias, cerebrovasculares y de cáncer al pulmón.
El informe también indica que, en el mismo periodo de análisis indicado, el uso de gas natural ha evitado más de 1,200 hospitalizaciones, así como más de 1 millón de casos de asma, con un ahorro de más de S/1,200 millones en productividad y gastos hospitalarios.
Compromiso Ambiental
En 2002, antes del inicio de sus operaciones, Camisea diseñó un modelo de gestión sostenible para operar con eficiencia y respeto en los entornos naturales donde se ubican sus instalaciones tanto en la amazonia cusqueña, como en el litoral de Pisco.
Entre las buenas prácticas de la industria que Camisea aplica a su operación de producción de gas natural destaca el Offshore Inland (sin apertura de carreteras), por el cual la Planta de separación de gas natural Malvinas realiza sus actividades apoyándose en una logística fluvial y aérea que preserva y respeta la selva del Bajo Urubamba en Cusco.
Resaltan también la ejecución del programa Ducto Verde (revegetación de ductos subterráneos), el Programa de Monitoreo Ambiental Comunitario en el Bajo Urubamba (PMAC – BU) que promueve la participación de las comunidades en el monitoreo del cumplimiento de los compromisos ambientales y sociales, así como el Programa de Monitoreo de la Biodiversidad (PMB), que provee de información sobre el estado de la operación, además de estudiar y registras los cambios en la biodiversidad con la participación de coinvestigadores matsiguenka.
La aplicación de estos estándares ha permitido, por ejemplo, que las actividades de producción del gas natural de Camisea solo ocupen el 0,2% de la superficie total de los lotes 88 y 56, es decir con una mínima huella ambiental en ese territorio.
Camisea es el principal proyecto de energía del país, ícono internacional por su gestión sostenible y eficiente en un entorno de alta biodiversidad, tanto en su Planta de Fraccionamiento de Líquidos de Gas Natural, en Pisco (Ica), como en la Planta de Gas Malvinas, ubicada en la selva del Bajo Urubamba (Cusco), que fue instalada sin construir carreteras y que opera con logística fluvial y aérea, respetando así a las comunidades vecinas y el entorno natural.