El punto de medición 1003 de vinculación entre el GPNK y el gasoducto troncal Neuba II, a la altura de la planta Saturno en el partido bonaerense de Salliqueló, registró el primer ingreso de gas, que se irá incrementando progresivamente.
De esta manera, en los próximos días a través del nuevo ducto se estará incorporando al sistema los 11 millones de metros cúbicos (MMm3) diarios de gas, el tope de su capaciadad inicial.
En tanto, para el último trimestre del año se espera la puesta en marcha de dos equipos compresores, que ya se encuentran para su instalación en las plantas cabeceras de Tratayen y Salliqueló, que elevarán ese volumen hasta los 21 millones de metros cúbicos diarios.
Reemplazo de importaciones
De esta manera, la Argentina evitará a partir del año próximo tener que importar Gas Natural Licuado (GNL) a través de la terminal flotante del puerto de Bahía Blanca, lo que significará una sustitución de importaciones que se abastecerá con el incremental productivo de la formación no convencional de Vaca Muerta.
El GPNK atraviesa las provincias de Neuquén, Río Negro, La Pampa y Buenos Aires, y para su construcción de utilizaron más de 47.700 caños de 12 metros de largo y de 36 pulgadas de diámetro, una obra que se realizó en un tiempo récord de 10 meses, cuando lo usual para este tipo de emprendimientos es que demanden 24 meses.
Nuevas obras clave
Ahora el Gobierno nacional encara como prioritario el llamado a licitación del reversal del Gasoducto Norte, que permitirá que el gas de la cuenca neuquina sustituya en las provincias de aquella región del país las importaciones provenientes de Bolivia, que se encuentran en declino productivo, y luego con la generación de excedentes, comenzar a exportar a Chile y a Brasil.
De la misma manera, el Ministerio de Economía a través de la Secretaría de Energía prevé para septiembre el llamado a licitación correspondiente para la construcción de la Etapa II del Néstor Kirchner que extenderá la traza otros 467 kilómetros, desde Salliqueló hasta San Jerónimo en el sur de Santa Fe, con lo que se completarán 40 MMm3 y ampliando en un 30% los gasoductos troncales.
Así, al tiempo que se asegura el abastecimiento de las distintas regiones, las obras de transporte permitirán reducir el costo de abastecimiento de la demanda nacional con un efecto de sustitución de importaciones que repercute tanto en la balanza comercial como en los subsidios energéticos.
Tan sólo en concepto de disminución de importaciones se prevé un ahorro para este año de alrededor de US$ 1.700 millones, que se incrementará a unos US$ 4.000 millones en 2024.
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