De acuerdo a las declaraciones juradas presentadas por las operadoras ante la Secretaría de Energía del la Nación, desde 2013 el ranking de mayores inversoras lo lidera YPF, con 26.400 millones de dólares, seguida por PAE (U$S 2.500 millones), Total (U$S 2.400 millones), Pluspetrol (U$S 2.300 millones), Shell (US$ 2.180), Tecpetrol (US$ 1.960 millones), Exxon (US$ 1.600 millones), Vista (US$ 1.440 millones) y Pampa Energía (US$ 1.020 millones).
Las proyecciones a mediano plazo son igualmente ambiciosas. Según un informe de Aleph Energy, se espera que la inversión en el sector hidrocarburífero alcance los 181 mil millones de dólares en los próximos ocho años, con un promedio anual de 22.5 mil millones. Este año, se prevé que el sector upstream movilice 11.400 millones de dólares, con un fuerte énfasis en los recursos no convencionales.
La Cuenca Neuquina se posiciona como el epicentro de estas inversiones, concentrando casi el 80% de los recursos. Neuquén, en particular, se prevé que reciba el 76% de la inversión total, consolidándose como el núcleo de la actividad petrolera en Argentina.
A pesar del considerable potencial productivo de Vaca Muerta, la infraestructura para evacuar petróleo y gas representa un desafío crítico. Sin embargo, en los últimos dos años se han realizado avances significativos en este ámbito. Se ha optimizado la infraestructura existente y se ha avanzado en proyectos como el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner y el Oleoducto Transandino, que facilitan la exportación de crudo.
Estas mejoras podrían aumentar la inversión en el área de upstream de petróleo de 9 a 14 mil millones de dólares anuales, manteniendo la inversión en gas en torno a los 3.5 mil millones.